Una nueva investigación muestra que no es suficiente con ser noble y hacer un acto valeroso para ser considerado un héroe.
Estudiando las reacciones del público ante cinco historias de heroísmo, unos investigadores en la Universidad de Newcastle han comprobado que los trabajadores de los servicios de emergencias actuando fuera de su horario laboral fueron juzgados más exigentemente que sus conciudadanos con otros oficios.
La investigadora Joan Harvey y su equipo han constatado que los participantes en el estudio que juzgaban cuán heroica era una hazaña se guiaban por si ésta tenía una fuerte carga personal (si involucraba a niños, por ejemplo), si podían sentir empatía hacia los protagonistas, y si el héroe o heroína trabajaba para los servicios de emergencias.
Al parecer, la mayoría de la gente tiende a considerar a alguien como un héroe si va más allá del cumplimiento de su deber, pero en el caso de los trabajadores de los servicios de emergencias, este deber parece no tener fin.
Los resultados de la investigación indican que las personas parecen pensar que quienes trabajan para los servicios de emergencias poseen el entrenamiento suficiente para lidiar con situaciones difíciles, incluso estando fuera de su turno laboral, y por lo tanto están en posición de aplicar sus conocimientos antes de actuar.
A los miembros del público se les dio a leer el relato de cinco sucesos de la vida real, y tuvieron que evaluar el heroísmo de los actos e indicar si valía la pena correr ese riesgo por el valor de lo que se pretendía salvar, o si era un riesgo innecesario. Surgió una clara diferencia cuando el desenlace era exitoso y las personas eran rescatadas, pero también en la percepción del público sobre los profesionales (bomberos y policías fuera de servicio) en comparación con gente corriente.
En un escenario, un policía que no estaba de servicio detiene a dos jóvenes que tratan de robar un automóvil, pero como resultado de su acto le apuñalan en el pecho con un destornillador. El público percibió esto como un riesgo que no era necesario correr (una puntuación promedio de 3,47 en una escala de hasta 10) y recibió una admiración mediana como héroe (5,41).
En otro escenario, un oficinista rescata a dos niños y un bebé de la casa en llamas de su vecino. El público percibió esto como un riesgo que sí merecía la pena correr (había vidas humanas en juego, en vez de sólo un automóvil a punto de ser robado), y por eso la puntuación fue de 8,05 y el hombre recibió un alto nivel de admiración como héroe (8,90).
Fuente: Amazings
¿Que nos convierte en héroes?
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