Este insecto que habita en el sur de Inglaterra posee un inteligente mecanismo de defensa, para el cual utiliza cuatro diferentes sustancias combinadas con precisión de tiempo y de dosis.
El escarabajo fabrica un gas explosivo mezclando dos compuestos peligrosos: la hidroquinona y el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), a los que agrega una enzima inhibidora que impide que se lleve a cabo la explosión en el interior del insecto. De tal forma, lo almacena indefinidamente.
Cuando un predador, por ejemplo un sapo, se aproxima para comerse a este escarabajo bombardero, el insecto inyecta el producto mencionado en dos tubos de combustión, y en el momento preciso le añade una cuarta sustancia que es el ingrediente anti-inhibidor.
Es entonces que el gas sale del escarabajo y alcanza una temperatura de 100 º C, produciendo una violenta explosión (un chasquido cual disparo), justamente en la cara del predador. Se produce agua, quinonas cáusticas, oxígeno y calor. El insecto puede disparar hasta 50 chorros sucesivos, con un alcance de 5 cm (distancia 4 veces mayor que la longitud del insecto).
Inusitadamente el escarabajo controla y ajusta la dirección y el tiempo de explosión de tales gases.
Todo lo anterior, es el resultado de cuidadosas observaciones y análisis de las sustancias producidas por el escarabajo bombardero llevadas a cabo por el químico alemán Herman Schildknecht.
El escarabajo bombardero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
La naturaleza no dejará nunca de sorprenderme :-o
Brutal
un reto para la teoria evolutiva!!!
http://espanol.apologeticspress.org/espanol/articulos/659
Publicar un comentario