Desde hace una década la comunidad científica viene aceptando la hipótesis de que existe una diferencia mínima, cifrada en un 1,24%, entre el ADN de los humanos y el de los chimpancés. Un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, entre ellos dos españoles, asegura que esa estimación es incorrecta y que las diferencias entre ambos genomas pueden ser hasta diez veces superiores, informa hoy el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.
Los autores del estudio han analizado las duplicaciones segmentales de cuatro especies de primates: macacos, orangutanes, chimpancés y humanos. Las duplicaciones segmentales son fragmentos de ADN que se han ido duplicando a lo largo de la evolución debido a mecanismos moleculares muy complejos. Hasta ahora no habían sido analizadas por la complejidad para aislarlas del resto del genoma.
En su nota el CSIC explica que, "en determinados momentos de la evolución, se hicieron múltiples copias que se fueron insertando en diversos lugares del genoma (...). Las copias de estos genes, que en principio son idénticas, pueden ir especializándose, a base de adquirir pequeñas mutaciones, hasta diferenciarse completamente unas de otras. Es así como se generan la mayoría de los genes únicos de una especie concreta: por duplicación y posterior especialización".
Según los científicos, "las diferencias con las que se había trabajado hasta el momento eran cambios (mutaciones) en las secuencias del genoma que comparten todos los primates". Los autores de la investigación lo explican con un símil: "se trataría de cambios equivalentes a tener ediciones diferentes de un mismo libro". Sin embargo, en este caso se trata de diferencias únicas de cada especie. Siguiendo con el mismo símil, son "diferencias radicales en la biblioteca de cada especie: son colecciones completas de libros que unos organismos tienen y otros no".
El estudio también data la época en que hubo más duplicaciones y estima que éstas se produjeron hace entre 12 y 8 millones de años, justo antes de la separación de los linajes de los humanos y chimpancés, ocurrida hace unos seis millones de años. Para Arcadi Navarro y Tomás Marqués-Bonet, "probablemente es gracias a esta separación que los seres humanos consiguieron adaptarse al entorno actual". "Y es en este inmenso océano de diferencias donde hay que buscar los denominados genes de humanidad o los genes que dan lugar a determinadas enfermedades propias de la especie humana", subrayan.
Fuente: El pais
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